Un domingo puramente ciclotímico... Amaneció pintado de gris y goteando sobre el pavimento mientras aún me encontraba abrazando mi almohada.
Cuando me decidí a salirme de entre las sábanas, el cielo comenzaba a sacudirse las nubes dispuesto a darle paso al sol...
Y todo el entorno se encontró fundido entre un juego de sombras y luces. El sol y las nubes luchando por ganar su lugar.
El sol terminó por ganar terreno y sus rayos flotaban radiantes en lo alto del cielo pintando una maravillosa tarde primaveral.
La sombra de los árboles se dibuja en las calles invitando a los niños a jugar y a la gente a pasear...
Pero, fiel a su estado de ánimo cambiante, el día volvió a tornarse gris poco a poco...
Hasta que las nubes pintaron el cielo completamente de gris. Invitando así a una tarde de película o a una charla entre mates.
Un día como este puede ser una clara metáfora de la vida misma. Porque la vida, señoras y señores, es completamente ciclotímica. Depende de nosotros como tomarla.
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