Son muchos los días en lo que no me tolero a mi misma. Siempre existe en mi una puja consciente-inconsciente que detona en mi interior las mil bombas de una feroz batalla. Un corazón que se quiere escapar para dejar ver el rojo de su amor, un alma asustada que se esconde tras una lógica absurda para ocultar sus heridas. Los pensamientos que se adelantan hacia un futuro que ven negro como en espera de la eterna soledad y el abandono sin permitirse vivir un ahora que brilla tímidamente delante de mis ojos.
Siento la comodidad de quedarme en la oscuridad por miedo a salir para volver a caer en ella. La desconfianza me hace guardia y no me deja ver los colores que anuncian la llegada da la luz. Quisiera cerrar los ojos con fuerza pero sin embargo espío por entre mis dedos y ahí está...
Y en medio del silencio de la noche escucho el latir de mi corazón y deseo con todas mis fuerzas no tener miedo... Comparte conmigo esa dulce mirada que tienes y cúbreme de besos. Déjame sonreir cuando lo hagas. Enséñame a no temer ser yo misma...
